Cuando tengas el sujetador puesto me llamas

Cuando tengas el sujetador puesto me llamas

"Cuando lo tengas puesto me llamas"

Esa es la segunda frase que más utilizo con mis amiclientas cuando pasan al probador.

Y es que salvo que ya sean unas expertas consumidoras de sujetadores, no saben como ajustarlo a su medida y es que es lo normal.

Vamos a ver, que no es que sean tontas, como he leído en otros medios, lo que pasa es la son muchas mujeres las que nos dicen: "quiero un sujetador para mí" y muy pocas las corseterías que hacemos bra-Fitting, y que además preguntamos cuando entran a nuestro establecimiento: ¿"Qué talla y copa necesitas? Sí, y reitero "necesitas" porque la mayoría dicen la que están usando, que es totalmente distinto.

Confusas, intentan entender que es lo que les preguntas, y te contestan "no se, uno que me siente bien y esté cómoda, una... ¿¿105??

En las localidades pequeñas quizás sea más fácil, porque aún hay comercios de atención personalizada, pero en las grandes ciudades, han proliferados los comercios impersonales en los que, cuando pasas ni te miran ni te saludan, y además es que buscamos que no lo hagan...

Quizás ese "déjame que yo ya sé lo que necesito", oculto en su conversación interna, hace que algunas mujeres ni pregunten y entren en el probador pertrechadas de "nosecuantastallas" a ver si suena la flauta y conseguir victoriosas un sujetador bueno, bonito y barato. Yo añadiría una cuarta "B", beneficioso.

Y es que esto del sujetador, cuando produce problemas, debería estar prescrito por el médico (a él le hacemos caso, normalmente) y que envíe a la señora a una corsetería especializada y no andar con "pues quítese el aro" o "compre el de la teleti.... que parece cómodo", o "tómese ibuprofeno cada 8 horas durante...". No, no me lo invento, que tengo clientas que me lo han contado.

El caso que os presento es de una chica que quería un bikini. Grande de arriba y muy pequeño de abajo.

Venía de una localidad a 40 km. "Tengo mucho pecho y vengo porque me han hablado de vosotros. Hace años que no voy a la piscina porque me da vergüenza". Cuando le pregunté su talla y copa, me dijo que el que llevaba era una 105 D pero que lo llevaba arreglado. Llevaba dos grandes costuras en los dos lados de la cintura detrás, y delante le había añadido una pieza que unía el delantero para que "no se le salieran los mofletes".

Al subir el pecho para medir el contorno torácico me comentó que en el verano lo pasaba fatal porque el sudor le producía molestias y tenía que ponerse un pañuelo debajo del aro. Esta afección, llamada intertrigo, es más común en mujeres con pecho abundante.

Cuando la medí, probé y ajusté el sujetador, me preguntó, "¿entonces que talla tengo". Una talla 90 copa H, contesté.

Le pedí permiso para sacar foto sin cabeza. Os dejo la imagen del antes y después de "tallarla" como a mi me gusta decir. En la foto del después ya no había brazos por delante que mostraran vergüenza sino brazos abiertos y amplia sonrisa de satisfacción. Y el intertrigo??? ¡¡Fuera este verano!!

El modelo de sujetador que lleva en la foto del "después" es el modelo 1922 de Chantelle. ¿Qué os parece el cambio?

Imagen sujetador tres piezas de Chantelle

Y tú, ¿tienes este problema?

¡¡Contacta con nosotros y hablamos!!